Agradece cada mañana el regalo de vivir. El regalo de una vida que te ha permitido conocer y nos ha invitado a conocernos. El regalo de la justa medida, esa regla sin mesura en la que encontrar suficientes motivos para la compasión propia y ajena. Agradece cada día haber aprendido a mantener en el corazón el recuerdo dulce de las personas que has querido, las que se dejaron querer y las que te olvidaron y cada día, da gracias por la fortuna de saber, que pese a la distancia y el tiempo todavía puedes quererlas. Da gracias a quien viviendo el amor te enseñó a amar la vida. Gracias por hacerlo generosamente, mostrándote un camino que no estaba marcado, que nadie marcó pero que vivía en su mirada y en el fondo de tu corazón. También da gracias a la vida por los sin sabores y las incertidumbres, por el recuerdo amargo de las personas que se esforzaron y perdieron su tiempo intentando apartarte de la alegría, y agradece el poder recordarlas con cierta ternura y sin rencor. Agradece a todos hacerte saber de tus errores, de tu vanidad de ser humano mediocre y de tus limitaciones de persona vulgar, pues es ahí donde se asomaron todas tus virtudes de persona valiente y comprometida. Da gracias por mantener aún los compromisos sin ataduras, ni cadenas. Por permanecer firme sin doblegarte del todo al tedio y la rutina, y por haber adquirido nuevas y hermosas responsabilidades que te enriquecen y a veces te abruman. Agradece también a la vida, la invitación a comprender el motivo de tus razones y tantas veces, la sin razón de las mismas. Di gracias a tod@s los que te han acompañado con su sonrisa generosa, su palabra cercana, su comprensión y su paciencia y su ejemplo vital, pues sin ell@s no sabríamos creer, ni tendríamos la valentía de descubrir, conocernos y conocer. Da gracias a la vida porque sin ell@s tu, yo, ninguno de nosotr@s seríamos quien somos y por lo tanto el brillo de nuestro trabajo no sería igual. Ahora, desde la libertad del agradecimiento, utiliza todo lo vivido, todo lo aprendido , todo lo que has recibido y compartido, eso que conforma todo lo que eres y ponte a trabajar sin miedo. Sé tú, sé quien eres, entrégalo todo y en cada proyecto que emprendas, sé creativo.
Alfredo Jaso