En Metáfora sabemos que no todo está en los libros. Pero no tenemos ni una sola duda al respecto de que lo más importante está impregnando sus páginas. Enhebrando palabras podemos encontrar, el fulgor de sueños e ideas. No todo está en los libros pero recorriendo el camino de la ficción, ahondado en el conocimiento de los ensayos o dejándose llevar por el sonido profundo del poema, un ser humano alzado sobre la fraterna emoción puede encontrar ejemplos, preguntas, apuntes para respuestas, reseñas para sus dudas, esbozos para certezas, caminos por tierras oscuras, luces audaces para la espera.
La vida es un libro abierto con muchas de sus páginas en blanco. Leer bien el libro de la vida, escribirlo despacio y con buena letra es una invitación a observar atentamente. A comprender sin prejuicios. Escribir y leer el libro de los días, nos enseña a compartir generosamente lo aprendido y entregar la alegría sin miedo a que ni una ni otro vuelvan de regreso. En Metáfora sabemos que vivir y leer el libro de las horas, dedicando el tiempo a la consciente lectura, nos ayuda a para crecer libres y responsables y eso, necesariamente, hace que nuestras propuestas y trabajos tengan el brillo de una mirada más creativa y la consistencia de las páginas leídas con el deseo de aprender. En Metáfora sabemos que no todo está en los libros pero sin duda, en los libros está el camino.
Alfredo Jaso