Tener éxito en la vida, es sonreír mucho y saber reírse de lo que no tiene importancia y también de lo que la tiene, pero no tanto. Saber que la vida ha de tomarse a broma, pero que debemos vivirla muy en serio y no al revés. Tomarla en serio para vivirla medio en broma.
Tener éxito en la vida, es aprender a descubrir que la belleza y el amor están en las pequeñas cosas, en las más sencillas, las que tenemos más cerca, pero también, en la manera que tenemos de mirarlas y en la libre y respetuosa relación que mantenemos con ellas.
Tener éxito en la vida, es descubrir sin miedo, que en el tortuoso camino de los días, hemos de construir el amor a la vida, sobre los inquebrantables pilares de la alegría, la belleza, el respeto, la libre generosidad, pero también del placer. Pues no hay más justificación a la vida, que la de aprender a disfrutar del placer de vivirla.
Tener éxito en la vida, es saber aceptar la generosidad de los que llegan, conociendo nuestra débil carencia, sin el debe del amor propio. Es hacer de la compasión, vara de medida para comprender nuestras limitaciones, sin dejar que el orgullo, su miedo y el rancio sabor del rencor, nos colmen de mil razones, casi siempre sin razón.
Tener éxito en la vida, es querer mantener el compromiso con el trabajo bien hecho, sabiendo disfrutar del paso de cada tarea, para convertir ese gozo en una oportunidad para aprender. Es saber compartir lo aprendido, no desde el autoritarismo del que manda e impone, si no impartiendo el magisterio, desde la autoridad del que más sabe y más entrega.
Tener éxito en la vida, es saber soportar la traición de falsos amigos y comprender los errores de los amigos verdaderos. Pues es de unos y de otros, de quienes aprenderás mucho más de ti. Por eso, tener éxito en la vida es aprender a buscar lo mejor en los demás, sin dobleces, ni falsos intereses, y a ser compasivo con nuestras propias debilidades y con las humanas miserias de lxs otrxs.
Tener éxito en la vida, es contentarse con lo justo. Deseando sin esperanza, sin aguardar recompensas, sin buscar vanas pretensiones que ocultan lo que somos, bajo el disfraz de lo que queremos ser y haciendo el ejercicio diario de pedirle a los días, nada más que el regalo de vivir.
Tener éxito en la vida, es querer compartir la alegría a sabiendas del peligro que supone saber que una sonrisa, es una invitación a la creativa transformación y a la revolucionaria generosidad.
Alfredo Jaso